MENSAJE A LA NACIÓN DE PATRICIA MERCADO, 26 DE JUNIO DE 2006 SE TRANSMITIÓ EN CADENA NACIONAL A LAS 8:57 PM POR TELEVISIÓN
Buenas noches.
Este dos de julio vas a ir a votar. Recuerda que la decisión que tomes es muy importante para ti, para tu familia, para el futuro de México.
Algunos dicen que debes hacer un voto útil. Votar por “el menos peor” o para que no gane otro. Dicen que desperdiciaras tu voto si sigues tus propias ideas.
Los políticos de siempre, no contentos con querer eliminar a quienes no somos como ellos, quieren que abandones tu modo de pensar, tus convicciones. Con el voto útil te quieren quitar el único minuto en que cada seis años tu poder es igual al de ellos.
¿Los vas a dejar? ¿Vas a dejar que te quiten ese único minuto en el que puedes decidir libremente?
Frente al voto útil solo hay una respuesta: el voto de convicción.
A quienes nos apoyan, sobre todo a las mujeres y a los jóvenes, quiero decirles que no nos van a doblegar.
Quiero decirles que defenderemos nuestras causas: la igualdad de las mujeres, las oportunidades de los jóvenes, los derechos de las minorías sexuales, religiosas, étnicas, el respeto al medio ambiente, la protección de nuestros niños, la participación de la sociedad civil, el combate a la desigualdad social y a la pobreza.
A mis adversarios les advierto: no se equivoquen, soy una mujer mexicana, no me van a derrotar.
Aunque brinquen de un partido a otro, aunque escondan su pasado, aunque sigan con sus guerras sucias, aunque quieran infundirle miedo a la gente, muchas y muchos les diremos: no nos moverán.
No nos moverán de nuestras convicciones.
No nos moverán de nuestro compromiso con las mujeres.
No nos moverán de nuestra complicidad con los jóvenes.
Tenemos derecho a existir.
Este 2 de julio, tu voto por alternativa garantiza que tus necesidades lleguen al Congreso y al gobierno.
Vota por tus convicciones. Vota por alternativa. Voto a voto construyamos nuestro futuro.
Este desplegado salió hoy en varios periódicos de circulación nacional, firmado por Patricia Mercado, Alberto Begné, y Jorge Wheatley. ¿Cómo lo ven?
26 de junio, 2006
CARTA ABIERTA: NUESTRO DERECHO A EXISTIR
A unos cuantos días de que en las casillas cada quien,
en diálogo con su conciencia, tome una decisión trascendental para
nuestro presente y nuestro futuro, nos parece oportuno responder a
quienes promueven una postura —el llamado voto útil— que llama a votar
no de acuerdo con las convicciones, sino por el menos malo o para que
no gane el otro.
Si fuera diputado federal haría muchas cosas. Entre ellas promovería las propuestas que ya he vertido antes en este blog. Para el que no haya tenido la oportunidad de leer mis propuestas legislativas aquí les van:
Una Nueva Forma de Hacer Política
Siempre que
hablo de una nueva forma de hacer política, insisto en que esta no se basa en las buenas voluntades,
o en el poder de una sola persona. Una nueva forma de hacer política tiene que
consistir en cambiar las reglas del poder. Es mi convicción que los verdaderos
cambios se hacen cambiando las reglas, no a las personas. Como parte de la
corriente política a la que pertenezco, la socialdemócrata, creo en la grandeza
de los pequeños cambios. Creo que cambiar las reglas permite tener cambios
graduales pero contundentes.
Soy candidato a diputado federal por Alternativa en el distrito 12 (delegación Cuauhtémoc) del Distrito Federal. Tengo 24 años, estudié Ciencia Política y Relaciones Internacionales en el CIDE, soy integrante del Comité Ejecutivo Federal de Alternativa y Coordinador de Propuestas de la campaña de Patricia Mercado. Desde hace un año me he dedicado a combatir los abusos de la industria tabacalera, en particular por el convenio que existe entre la industria tabacalera y la Secretaría de Salud.
Nos quedan unos cuantos días de campañas que tan solo están enfocados a los cierres de campaña. Son pocos los candidatos que esperan que hayan grandes giros en las preferencias de los electores. En realidad lo que queda es esperar para ver que tan acertadas fueron las encuestas más recientes. ¿Qué tanto ocultamos las y los mexicanos nuestras intenciones de voto? ¿Qué tanto decimos algo y hacemos lo contrario? ¿Qué tanto vamos a votar por una o un presidente, y que tanto por diputados de otro partido? ¿Qué tanto va a estar cerrado el sistema político?
Todas estás preguntas me las hago yo como militante de un partido, como integrante de una campaña, como activista socialdemócrata. Sin embargo me preocupa que militantes de otros partidos, integrantes de otras campañas, y activistas de otras corrientes, estén preguntandose:
¿Cómo le quitamos más votos al otro? ¿Dónde les faltan representantes de casilla a mis contrincantes? ¿Cuántos votos podré comprar? ¿Cuántos votos podré coaccionar?
Unos sueñan con la victoria de las estructuras partidistas, otros sueñan con la victoria de las masas descontentas, y otros sueñan con la victoria del miedo.
Yo, a diferencia de ellos, sueño con la victoria de las convicciones. Sueño con la victoria de aquellos que en las encuestas califican a Patricia Mercado como la mejor candidata. Sueño con la victoria de la congruencia de reclamar mejores políticos, y darles la oportunidad que merecen cuando estemos frente a las urnas. Sueño con la victoria de aquellas y aquellos que durante la campaña han demostrado y expresado su apoyo a un partido fresco. Sueño con la victoria de las y los que hemos hecho campaña en condiciones adversas, a contracorriente, sin recursos, sin estructura, sin miedo. Sueño con la victoria de quienes llevamos muchos años esperando algo nuevo, esperando una ventana en la historia para cambiar el futuro. Sueño con la victoria de aquellos que nos negamos a dejar de soñar.
El 2 de julio está muy cerca, y muchos nos presionan insistiendo en que debemos dejar de soñar. Como si los sueños fueran cuestión de voluntad y no de vocación. Como si los sueños fueran artículos a la venta, que encarecen y se descuentan dependiendo de la época del año. Soñadores somos los incomformes, los que queremos tener más control sobre quienes somos y a donde vamos. Soñadores somos los que arriesgamos en nombre del cambio. Soñadores somos lo que hablamos en voz alta con la intención de participar en el mundo. Soñadores somos aquellos que no vemos la realidad como necesaria, la vemos como materia prima. Soñadores somo los que no estamos solos.
La maravilla de los sueños de los soñadores es que son de ellas y ellos. No están impuestos por alguien más ni necesitan ser defendidos por un guardían. Los sueños son defendidos por sus creadores permanentes. Son defendidos con la convicción de representar un mejor futuro posible.
Por eso el poder de las convicciones. El poder de los sueños nuestros. Es con ese poder con el que nos defenderemos de quienes nos atacan. Con el poder de las convicciones nos defenderemos del voto útil y de sus falsos profetas. Con las convicciones nos defenderemos de los rumores. No nos detendremos.
Ni declinamos, ni nos aliamos, ni nos traicionamos. Somos una izquierda de valores que se ha dedicado a proponer, no a pelear. Se ha dedicado a construir no a destruir. Somos una Alternativa que (como dijo Patricia) se ha quitado los guantes, aunque aquí los tenemos. Guantes que usaremos en defensa propia. Guantes que usaremos para dar puñetazos de futuro, y golpes de convicción.
Hoy México
tiene más problemas de los que merece y más soluciones de las que usa. Hoy México
tiene la oportunidad de empezar a resolver estos problemas usando soluciones prácticas.
Sin embargo esto solo se puede hacer respetando y gobernando la pluralidad política
que se expresa cada vez más en nuestro país. La pregunta que nos tenemos que
hacer no es ¿quién es el menos peor? ni ¿quién no debe ganar?
La pregunta
que nos tenemos que hacer es: ¿Cuánto tiempo estamos dispuestos esperar para
hacer los cambios que todas y todos deseamos? ¿Cuánto tiempo estamos dispuestos
a esperar para que el congreso pueda lograr acuerdos nacionales? ¿Cuánto tiempo
estamos dispuestos a esperar para tener seguridad social universal? ¿Cuánto tiempo
estamos dispuestos a esperar para tener más transparencia en el gobierno? ¿Cuánto
tiempo estamos dispuestos a esperar para que todas y todos dejemos de ser
discriminados? ¿Cuánto tiempo estamos dispuestos a esperar para que las mujeres dejen de ser
asesinadas dentro y fuera de sus casas? ¿Cuánto tiempo estamos dispuestos a esperar
para que las y los jóvenes hagan sus sueños realidad? ¿Cuánto tiempo estamos
dispuestos a esperar para que no se violen los derechos humanos de los
migrantes? ¿Cuánto tiempo estamos dispuestos a esperar para mitigar la
desigualdad económica? ¿Cuánto tiempo estamos dispuestos a esperar para que la
diversidad de nuestro país sea reconocida? ¿Cuánto tiempo estamos dispuestos a
esperar para que se deje de dañar el medio ambiente? ¿Cuánto tiempo estamos
dispuestos a esperar para que las mujeres tengan derecho a decidir sobre sus
cuerpos? ¿Cuánto tiempo estamos dispuestos a esperar para que el problema de
drogas sea visto como un problema de salud pública? ¿Cuánto tiempo estamos
dispuestos a esperar para que el país deje de ser gobernado por oligarquías? ¿Cuánto
tiempo estamos dispuestos a esperar para renovar a la clase política? ¿Cuánto tiempo
estamos dispuestos a esperar para que la política exterior tenga el prestigio
que merece nuestro país? ¿Cuánto tiempo estamos dispuestos a esperar para que
los problemas de la vida cotidiana de las personas sean problemas de estado? ¿Cuánto
tiempo estamos dispuestos a esperar para que las personas con distintas
preferencias sexuales no tengan menos derechos?¿Cuánto tiempo estamos
dispuestos a esperar para que la política sea una actividad digna? ¿Cuánto
tiempo estamos dispuestos a esperar para erradicar la pobreza? ¿Cuánto tiempo
estamos dispuestos a esperar para acabar con la impunidad? ¿Cuánto tiempo
estamos dispuestos a esperar para acabar con la desigualdad entre regiones? ¿Cuánto
tiempo estamos dispuestos a esperar para se dejen de traficar niños? ¿Cuánto
tiempo estamos dispuestos a esperar para acabar con el abuso de poder? ¿Cuánto tiempo
estamos dispuestos a esperar para acabar con la corrupción? ¿Cuánto tiempo
estamos dispuestos a esperar para vivir sin violencia? ¿Cuánto tiempo estamos
dispuestos a esperar para vivir seguros?
Si estamos
dispuestos a esperar muchos años para siquiera empezar a trabajar sobre estos
objetivos, entonces estamos dispuestos a votar por los partidos de siempre.
Si no
estamos dispuestos a esperar para lograr los acuerdos necesarios para lograr
los cambios que todos deseamos, entonces vota por una Alternativa diferente a
los partidos de siempre. Vota por convicción y no por lo menos malo. Votando por Alternativa estás votando por una
nueva generación de políticos, que entienden que la impunidad, la desigualdad,
y la incertidumbre, se combaten con la democracia, la pluralidad, la libertad,
y la imaginación.
El día de ayer por la tarde estuve en la Cd. de México, para el ritmo de la Caravana, eso es bastante tiempo en casa. Sin embargo creo que no puedo tener peor sensación en este momento de mi vida que la de no sentir que estoy buscando y consiguiendo más votos para Alternativa. Por lo tanto decidí subirme a postes y árboles de mi colonia a colgar mantas de Patricia Mercado (ahora resulta que tenemos muchas...si alguien quiere una, dos, tres o más dígame). La verdad es que para no haberlo hecho antes creo que no quedaron mal. Ahora solo espero que no hayan simpatizantes poco simpáticos de otros partidos que las bajen a jalones.
Aquí les pongo un pequeño video de como se ponen las mantas en las ciudades. Fueron 3 mantas en una hora y cuarto, incluyendo los traslados de un lugar a otro.
A tan pocos días de la elección, creo que tenemos que ver que acpetar que hay más momentos de incertidumbre y tensión. En lo particular creo que ya empezaron los embates por los otros partidos que creen que golpeándonos nos quitan nuestros votos. Para estos momento difíciles les pongo está canción que escuchamos y cantamos mucho en las carretaras del país. Me atrevo a decir que es la canción de la campaña (ok el coro de la campaña).
Veo la izquierda como una comunidad en donde hay un llamado honorable para construir un mundo diferente.
Un lugar donde queremos establecer el juego que nos permite alterar el contexto.
Una comunidad integrada por personas autonomas.
Una comunidad donde la experimentación democrática es el método más frecuente.
Una comunidad en donde se reimaginan los problemas, se reinventan las soluciones y se reconstruye el mundo.