Pongo aquí dos visiones completamente diferentes sobre la elección (yo diría opuestas) Creo que son dos posiciones inteligentes y bien pensadas.
Me preocupan las consecuencias de la retórica de López Obrador. No por su resonancia en los medios de comunicación, en la histérica sensibilidad de los mercados (es simpático eso de que “los mercados” sientan, piensen, decidan, actúen), no porque sea incendiaria —es oratoria de mitin y muy eficaz— sino por sus consecuencias en el ánimo de la gente, la que se dedicó laboriosamente a registrar votos y verificar credenciales y pulgares entintados, y hacer sus cuentas en un acta de casilla.
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Fernando Escalante, ¿Qué está en juego?
Por supuesto que ocurrió un fraude. Ese fraude tiene el nombre de tu
familia, de tu religión, de tu modo de existencia, de cada una de tus
ostentaciones, ese fraude es cada uno de tus pensamientos. No me salgas
con que te hicieron un fraude, electoral o de la que clase que sea, si
toda tu vida has participado del fraude, cuando haces trámites o cuando
hablas, cuando dices que haces el amor o cuando trabajas, haces fraude
toda la vida, así que el fraude del que ahora te quejas no es parte de
las noticias, es parte de nuestra historia.
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Heriberto Yépez, http://hyepez.blogspot.com
Andres, te felicito por tu blog. Hay mucha sinceridad en tus comentarios. Con algunos coincido, con otros no tanto; pero hay uno que me llamo la atención. Es la postura acerca de la tasa fija del Impuesto sobre la Renta. Aparentemente a primera vista resulta nociva, pero en la práctica sólo mediante datos y estudios economicos se podria tener una aproximación acerca de sus efectos reales. En efecto, parece perjudicar a los pobres; pero no hay que olvidar que el actual sistema fiscal incluye mecanismos (subsidio y crédito al salario) que tienen por resultado una exención efectiva del impuesto hasta cierto nivel de ingreso. En otras palabras, si se mantiene esa mecánica, los más pobres y la gente de clase media baja no pagarían impuestos. Segundo, la tasa fija parece beneficiar a los ricos (en eso coincido) y amenazar con bajar la recaudación fiscal; pero una tasa menor atraería inversiones y debería generar en consecuencia empleos, lo cual neutralizaría en parte la baja en la recaudación, pues tales inversiones generarían impuestos. El punto es saber hasta dónde una baja de la tasa podría generar beneficios en ese sentido. Todo esto son nociones de economía muy elementales, por lo cual quien quisiera aplicar un esquema de tasa fija tendría que estar respaldado por estudios serios basados especificamente en el caso de México. Por último, no creo que Calderón sea un lego en economía, puesto que tengo entendido tiene estudios en la materia por parte del ITAM, además de echar mano de asesores en la materia. Eso no quiere decir que le de la razón, porque en economía, como muchas veces en política, lo que está sujeto a debate son los "cómos", los cuales en el caso de Calderón se explican por su visión de derecha. Saludos.
Publicado por: David Calderón | 20/07/06 en 16:27
Voy a poner un post sobre el impuesto fijo.
Publicado por: Andrés | 21/07/06 en 13:42
Por un lado la posición de Fernando Escalante es interesante cuando plantea lo que el ciudadano realizó el 2 de Julio. La chamba, pues. El tiempo para capacitarse, el dia de la elección, el cuidado de la casilla, el funcionamiento adecuado de la misma durante la jornada, el cierre, el cómputo, el armado de los paquetes...y la satisfacción personal de una labor cumplida. Todo eso está muy bien.
Pero cuidado cuando lo anterior se confunde con el discurso moralista de que TODOS los funcionarios de casilla y los representantes de partidos politicos en la misma son -y no sé porque en este momento recuerdo el rostro mediático de Josefina Vázquez Mota repitiendo hasta el cansancio con esa sonrisa dibujada en su rostro- casi un millón de ciudadanos extraidos -insaculdos dice el IFE- como del paraiso terrenal, como seres de otro planeta o del paraiso que son incapaces de cometer fraude. He ahi lo interesante del comentario de Heriberto Yépez, donde la condición humana se antepone de manera tajante y sin amagos.
Conciente de ello, y a pesar de todo, prefiero creer que todavía habemos algunos que luchamos por quitarnos la P que tenemos en la frente y publicar que es posible imaginar que los menos son los defraudadores de cualquier tipo. Si de democracia se trata, entre Fernando Escalante y Heriberto Yépez, me quedo con el primero.
Publicado por: Eduardo_Renteria | 22/07/06 en 14:14