En este momento todas y todos estamos metidos en un conflicto de gran tamaño. Un conflicto que no se reduce a una sola calle en la Ciudad de México. Tanto AMLO como FECAL representan mucho y a muchos en nuestro país.
Me preocupa que AMLO cree que representa más y a más de los que representa, y me preocupa de FECAL cree que representa menos y a menos de los que representa. Es decir, este es un conflicto más grande que ellos dos, pero uno de ellos tiene vocación de gigante y el otro tiene vocación de enano. (en palabras de Roberto Madrazo en el primer debate: "Felipe Calderón es de este tamaño")
Me preocupa que uno simula que él representa al pueblo, y me preocupa que el otro simula que las instituciones le van a dar el tamaño que le falta.
Hoy en la mañana me despierto y veo en tres periódicos encabezados que por primera vez me preocupan realmente:
Acuerdan que el PRI presida mesa directiva del Senado (El Universal)
Un panista se perfila para responder Informe de Fox (El Universal)
Adoptará AN táctica salinista de no ver ni oír protestas perredistas en el Informe
(La Jornada)
Piden a panistas ignorara al PRD (Reforma)
Me preocupan porque creo que los panistas no han aprendido nada en 6 años. Al inicio del gobierno de Fox, el PAN en vez de encabezar un gobierno que pretendiera transformar a un régimen político de partido único, intentó un acuerdo con el PRI. La lógica fue "si acuerdo con el PRI, tengo mayoría y podré hacer las reformas estructurales que ha promovido el PRI y que al PAN (y a los empresarios) le interesan". Es decir se mantuvo la lógica de principio de los noventas, de que primero se hace la reforma económica con algo de autoritarismo, y después se hace la reforma política. (Sin duda sólo con una concepción autoritaria del mundo se puede pensar así. Como sabemos, la ruta de la transición española fue al revés).
Lo más grave de este intento fue que el todo les salió mal, y la pluralidad había llegado hasta adentro del PRI. El PRI se fracturó y la estrategia del mayoriteo autoritario no les funcionó.
Uno imaginaría que ahora el PAN tendría que asumir el papel histórico del reformismo político. Incluir, cueste lo que cueste a todas la fuerzas políticas para hacer una Reforma Política seria. Aceptar los dos diagnósticos que AMLO hace del momento histórico:
1) las instituciones no están funcionando.
2) la pobreza (aunque sería mejor verla como lo hizo Patricia Mercado, el problema es la desigualdad).
Sin embargo el fetichismo institucional del PAN traen como producto los encabezados de hoy. Ahora el PAN cree que con un PRI debilitado, el PRI les tendrá que cumplir los acuerdos sin fracturarse. El PAN cree que los problemas se solucionan teniendo mayorías en las cámaras. No incluyendo y reconociendo en donde tiene razón el adversario político que tiene enfrente, sino excluyéndolo y tildándolo de loco.
Me preocupa que la cortedad de miras del PAN, empuje a los sectores moderados del PRD al maximalismo. Me preocupa que le dan la razón a AMLO en el peor argumento de AMLO.
Me preocupa de que dos figuras de alto nivel político, como, Javier González Garza y Carlos Navarrete no encuentren interlocutores.
Me preocupa que la bandera de la Reforma Política la cargue el PRI. Lo cual nos podrá traer como resultado una Reforma Política relativamente conservadora.
Me preocupa que el PAN y el PRI no hayan aprendido de como fue la selección de consejeros del IFE. El PRD se puso maximalista, entonces el PAN y el PRI se pusieron de acuerdo y excluyeron a a las propuestas Perredistas. Imaginen como serían las cosas hoy si entre los consejeros del IFE estuvieran Clara Jusidman y José Antonio Crespo.
Las mayorías parlamentarias en un sistema como el nuestro representan poco y hacen mucho.
El trabajo de Alternativa debería de ser, atender el diagnóstico de AMLO por la vía institucional. Eso sería Reformismo Radical.
Sin embargo lo que más me preocupa es que los peores se mueven con intensidad apasionada, mientras que los mejores carecen de convicción.
Andrés buenas tardes:
Ya somos 2 los preocupados, y lo qu eno quieren entender, es lo caro que nos saldrá tener al PRI en 2 puntos relevantes en ambas cámaras:-(
Saludos
Publicado por: Laura Tena | 29/08/06 en 13:46
Hola Andrés,
Sé que como buen politólogo el lenguaje te importa, entonces porqué denigrar - tú también - a Felipe Calderón diciéndole FECAL? Te podría decir que le dijeras a López Obrador como su acta de nacimiento le llama: Manuel Andrés, es decir, MALO. Pero no lo haré. Basta ya de mala leche, basta de más odio creo yo. No creo sea buen compañero el odio. Mantengamos el estilo, llamemos a quienes aun no nos agradan, pero sin caer en lo de siempre y más ahora: en denigrarnos unos a otros.
Publicado por: Alfredo Narváez | 29/08/06 en 17:52
Como dijo un buen maestro a quien le tengo mucho respeto y cariño: en lugar de preocuparnos, hay que ocuparnos. Sin embargo creo que el minimizar la movilización que AMLO promueve a sus simpatizantes y lo que FECAL estimula hacia sus seguidores, debe reflexionarse. Debemos asumir una responsabilidad ante estos hechos, creo yo, hacia la información más objetiva de quienes nos rodean. No caer en dogmas sería la clave para criticar y proponer, como lo están promoviendo en Alternativa en los foros que organizan. P.D. Alfredo Narváez creo que se equivocó de destinatario al calificar de mala leche tu opinión Andrés. No creo que el ABREVIAR EL NOMBRE DE FELIPE DE JESUS CALDERON HINOJOSA sea provocar a sus seguidores. Yo no lo veo así.
Publicado por: Paul Alcántar | 29/08/06 en 18:22