Hace como 4 años, sufrí una profunda desilusión. Fue un sentido de desilusión devastador, incontrolable, brutal. Sufrí un profunda desilusión en la desilusión. Tanto tiempo de desilusión no sirvió para nada. Por lo tanto para no volverme a desilusionar de la desilusión, decidí vivir en ilusión permanente.
Hola Andrés,
Yo vivía en la ilusión permanente (producto de la inexperiencia y una vida sin demasiadas complicaciones); ahora y después de varias desilusiones; intento ser realista, tolerar la frustración que ésta posición nos impone inevitablemente, tomar riesgos que aviven y al mismo tiempo pongan en peligro la ilusión, aunque esta vez con mayor intensidad que la de antaño. Ambas posibilidades (el acertar o el sucumbir) avivan mis ánimos. Tal vez y solo tal vez "la desilusión de la desilusión" sirva de algo (por lo menos para algunos) si nos lleva a asumir los riesgos de avivar los ánimos que se encuentran implícitos en el vivir virtuosamente.
Un saludo.
Publicado por: Lucía | 16/09/07 en 1:21
La desilusión de la ilusión, que muchas veces es temporal y resulta terminar en la desilusión permanente cuando comienza otra ilusión y suple la desilusión anterior, es resultado de una expectativa que nos mueve a cambiar algo y que resulta incómodo a la realidad que vivimos y tratamos de cambiar, pero que finalmente termina en tragedia al darnos cuenta que todo forma parte de un ciclo interminable a falta de una esperanza que tal vez existió en algún momento, pero que murió en el recorrido de la vida de la desilusión eterna.
Publicado por: Paul Alcántar | 17/09/07 en 17:57
¿Sabes? Hace rato dejé de leer noticias y esperaba a enterarme de las cosas importantes por medio tu blog. Sigo esperando algo sobre la mentada reforma electoral.
Publicado por: guso | 18/09/07 en 23:15
Estoy en un proceso similar, convencido de que yo decido si vivo desilusionado o si me levanto aventando con ímpetu las cobijas para vivir intensamente cada experiencia. La única manera de conseguirlo es tener la certeza de que toda desilusión viene siempre acompañada de una tempestuosa ilusión voluntaria.
Y en efecto,hoy estoy voluntariosamente ilusionado. AL fin y al cabo mi vida es como quiero que sea.
Publicado por: santiago del bosque | 25/09/07 en 20:26