1. Vladimir, tienes razón sobre el origen de los conflictos. Sin embargo, tal vez no fui claro, no creo que los conflictos surjan porque uno quiera construir mejores instituciones, sino que las instituciones son un producto colateral del conflicto.
2. Heber, creo que aclaraste el punto anterior.
3. Erick...mmmm no. La revolución francesa salió con una instituciones nada despreciables que son los derechos del hombre (y de la mujer, después). Las guerras de independencia produjeron las instituciones de países que no existían, cuchas, feas, disfuncionales, pero mejor que la colonia...sino pregúntale a los países africanos que independizaron hasta finales del siglo XX. 1848 básicamente inventó al movimiento obrero internacionalista, la república de wiemar y la guerra civil española son buenos ejemplos de cuando los autoritarios ganan en el conflicto, pues construyeron instituciones más autoritarias, aunque instituciones. Es decir, que las instituciones se produzcan a partir del conflicto, no quiere decir que todos los productos sean buenos. Efectivamente, ahí el riesgo.
4. Ahumada, que es un feminista radical tiene claras las virtudes de hacer evidente el conflicto. Antes todas y todos hacíamos como que no habían desigualdades de facto entre hombres y mujeres.
Andrés, yo creo que sólo estás queriendo ver el lado bueno de las cosas. Me explico:
1. Aparte de los derechos del hombre y del ciudadano, la revolución francesa también produjo el terror, la guillotina, los comités de salud pública y a Napoleón Bonaparte.
2. Además de constituciones y parlamentos, las guerras de independencia también produjeron una epidemia de caudillos, múltiples regionalismos, debilidad fiscal, desgobierno y desintegración de mercados.
3. Además de los movimientos obreros, 1848 también nos trajo a Napoleón III.
4. Etc.
Es decir, se me hace que tu idea es medio simplista. Creo que de alguna manera estás vulgarizando aquella idea de Adam Przeworski sobre "la democracia como resultado contingente del conflicto". El argumento de ese señor quedaba circunscrito a una serie de condiciones y circunstancias muy específicas, que no necesariamente se cumplen solamente porque haya conflicto. El conflicto es inevitable, cierto, pero a veces se resuelve en democratización, a veces en variopintos tipos de instituciones, a veces en autoritarismos, a veces en tiranías, etc. Por lo mismo, no comparto tu optimismo. No creo que haya señales de que el conflicto actual vaya a producir, necesariamente, instituciones más democráticas. Creo que hay un toma y daca de pronóstico reservado (lo bueno: cortar el flujo de recursos públicos, vía la publicidad de partidos, hacia los medios de comunicación; lo malo: la cerrazón del mercado político, el aumento de las complicaciones para acceder a él; lo feo: la prohibición de "campañas negativas", la "des-autonomización" del IFE).
¿De verdad hay razones para el optimismo? ¿No las hay, TAMBIÉN, para la desazón?
Un saludo,
Erick
Publicado por: Erick | 13/09/07 en 15:34