¡Eeehhh! Me publicaron un artículo en la revista Enfoque del periódico Reforma sobre la Reforma Electoral en México y la Ley de Reforma del Estado.
Reforma sin ciudadanos
Una sociedad decente, como la define el
filósofo Avishai Margalit, es aquella en la que las instituciones no
humillan a sus integrantes. Una reflexión profunda sobre la decencia de
la sociedad mexicana, en estos términos, sin duda valdría la pena. Sin
embargo, en semanas recientes las y los diputados que han participado
en el proceso de selección de consejeros del IFE, nos dieron una
muestra de cómo existen instituciones que humillan a las y los
integrantes de nuestra sociedad. En algunos casos, las y los
legisladores pusieron en duda el valor cívico y las carreras de
personas que han sido funcionarios o académicos, por el simple hecho de
haber expresado en algún momento sus preferencias políticas. En casos
más graves expresaron una falta de respeto y desdén por aquellos que no
portaban credenciales de fama pública, o que no se interpretaba que
tenían apoyo de algún partido. Este desdén reveló la profunda
desigualdad política que existe en las instituciones de nuestro país y
cómo los responsables formales de éstas la han reforzado. La gravedad
del asunto no está sólo en la humillación a los ciudadanos, sino que
fueron los representantes de las instituciones quienes la perpetraron.... Download reformasin.pdf
EN HORA BUENA !
Publicado por: Aram | 21/01/08 en 10:57
Está bueno, aunque me hubiera gustado más que hablaras más de las posibilidades de participación ciudadana tanto en la formulación de la reforma electoral como en el resultado de la misma.
Saludos
Publicado por: Juan Salvador Gómez Cruces | 21/01/08 en 14:21
Me consta que el texto original (un "poquito" más extenso) sí hablaba un poco más de posibilidades de participación ciudadana. Lajous, deberías distribuir por este medio la versión original también. Beso, Claudia.
Publicado por: Claudia Piña | 21/01/08 en 15:39
"El miedo a la participación ciudadana" título de un post tuyo sería en todo caso una de las razones principales para entender a esos políticos temerosos de perder la "chuleta"; porque no saben hacer otra cosa. No saben cómo crear empleos, no pueden con el problema de la inseguridad -o peor, son parte de lo mismo-, tienen privilegios autoimpuestos, tienen leyes hechas a su medida; así que "humillar" es una acción que no provoca reacción entre una ciudadanía
acostumbrada a someterse con los designios de unos cuantos.
Y cuando pienso en "unos cuantos", me refiero a esos políticos de carne y hueso con nombre y apellido junto a los partidos políticos mexicanos que también le hacen el juego a los beneficios de los privilegios.
Un saludo Andrés.
Publicado por: edymex | 29/01/08 en 19:18