Partido Agenda Cero

Partido Agenda Cero
Sabina Berman


Porque se trata de eso. De suicidar a Alternativa como partido ideológico y volver su registro moneda de cambio. Durante su breve presidencia, Begné ya vendió Alternativa al PRI de Fidel Herrera en las elecciones de Veracruz: a cambio no recibió ni una curul ni la inclusión de sus temas en la agenda del estado, pero sí un millón de pesos mensuales. Ya la vendió también a los intereses del gobernador de Puebla, Mario Marín, y a los de los gobernadores de Michoacán y Tlaxcala, por cifras y prebendas desconocidas.

Pero de qué tiene uno que extrañarse: Hace tiempo Begné ya se había ido a entregar entero –y envuelto en celofán– al domicilio del senador Manlio Fabio Beltrones, ese mago corruptor de la política mexicana: lo que toca se petrifica y se reduce a pieza de un tablero de ajedrez siniestro

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Comments

[Publicado por: José Luis]

Lo que más me extraña de esta historia taaaan triste (porque eso es lo que es por encima de todo, algo triste) es que quienes quieren secuestrar el partido ni siquiera muestran algo de inteligencia política. Al fin y al cabo, con todo este espectáculo, el partido está condenado a desaparecer, con lo que quienes lo quieren simplemente para "exprimirlo" (en el peor sentido posible de la palabra), en pocos años no tendrán nada que exprimir.
Tal vez en su propia mezquindad son conscientes de que eso es a lo más que pueden llegar, a robar algo que otros construyeron, y a exprimirlo lo que puedan mientras dure. Qué duro debe ser para ellos ver que otros, igual de mezquinos pero más inteligentes, tienen todo un partido que gobernó durante décadas, o un estado, o un sindicato de profesores o lo que sea para exprimir... en fin, no dieron para más.
Nos queda como consuelo lo que decía una canción de Ramoncín... "sois mil años mas viejos que yo, tenéis que moriros antes"

[Publicado por: guso]

Lo único acertado que ha hecho Alberto Begné es haber retirado el nombre "Alternativa" al partido. Es acertado porque es cierto: si las cosas se siguen haciendo del modo en que las hacen él y sus seguidores, dejamos de ser una ALTERNATIVA para pasar a ser un "partido chiquito" más. Un refugio de priístas que no consiguen candidaturas en el tricolor. Un negocio donde vale más el millón de pesos mensuales que los principios ciudadanos. Eso le concedo entonces a Begné: al menos es coherente.