Una amiga más loca de lo habitual le dio al clavo con esta referencia. Así me siento.
Por más que quieras sacarnos de nuestro lugar
y pienses que solo somos un puñado de idiotas
no no podras quitarnos lo que hicimos ya
ahora somos más hermanos que antes
Ya no podras mirarnos a los ojos más
nosotros somos amigos, vos que solo estás
por más que quieras tapar toda nuestra voz,
nunca podras callar esta canción
(oh . . . oh . . . oh . . . )
Y si después no crees lo que te estoy diciendo
mira mis pies bailando al son de este ritmo
voy a vestirme de traje aunque me vea mal
voy a saltar toda la noche sin parar de silvar
está lloviendo pero yo no voy a mojar
mis amigos me cubren cuando voy a llorar
por más que quieras tapar toda nuestra voz
nunca podras callar esta canción.
(oh . . . oh . . . oh . . .)
No me sentaría en tu mesa, Los Fabulosos Cadillacs
Efectivamente, Andrés. La adversidad ha sabido sacar lo peor de algunos; pero, también lo mejor de otros muchos. Y ante eso mejor que descubrimos que podemos ser y que estamos en posibilidad de perder la oportunidad para serlo libremente, la cohesión se hace inevitable. Aquí somos compañeros de lucha pero, incluso, amigos. Saludos.
Publicado por: Fermín Franco | 13/04/08 en 6:10