Chocolates de Alto Riesgo
Gerardo Moncada
La apertura comercial a los automóviles usados procedentes de Estados
Unidos, autorizada en agosto de 2005, propició que en sólo tres años
ingresaran al país 3.5 millones de vehículos. Así, de golpe, a las
ventas anuales de poco más de un millón de autos nuevos se sumó otro
millón de autos usados que sedujo con su bajo costo a los consumidores,
quienes no repararon en que adquirían un vehículo de muy baja
eficiencia, de mantenimiento costoso y con una vida útil limitada.
Por eso, la discusión acerca de establecer o no restricciones a la importación de automóviles usados no se reduce a su variable comercial. Es un tema que involucra aspectos de contaminación ambiental, de salud pública, de eficiencia del parque vehicular mexicano y de impacto a la economía de familias de escasos recursos.
Por eso las estadísticas de ventas de coches no nos dicen nada sobre el consumo privado (que en otros lados sí). Además, regresando al debate del reverdecimiento de la tenencia, el otro impuesto progre-verde es sobre las gasolinas y aquí el IEPS tiene todo distorsionado. Basta con ver la diferencia entre el crecimiento en las ventas volumétricas de gasolina de PEMEX y aquellas en EEUU.
Publicado por: tlajous | 03/03/09 en 16:11