En su post "Error: del voto nulo al financiamiento de los partidos", Pepe Merino hace una sana crítica a quienes estamos promoviendo la reducción del presupuesto de los partidos políticos desde la Asamblea Nacional Ciudadana. Intentaré contestarle en dos partes. La primera tiene que ver con las imprecisiones sobre la agenda de la ANCA, y la segunda con la agenda que plantea Pepe.
1) Antes de la jornada electoral varios grupos que promovían el voto nulo, convocaron a diversas organizaciones en todo el país a la "Primera Asamblea por el Voto Nulo". El objetivo de dicha asamblea era establecer, entre la diversidad evidente de grupos promotores, una agenda mínima de reforma política con la cual se pudiera pasar "de la protesta a la propuesta". En aquella asamblea, en la cual se presentaron un enorme número de propuestas, entre ellas la de Denise Dresser sólo se acordaron tres puntos, no más: a) candidaturas independientes, b) mecanismos de participación directa (plebiscito, referéndum, iniciativa ciudadana, revociación de mandato), y c) reducción del financiamiento a partidos políticos y mecanismos eficaces de transparencia y rendición de cuentas. La propuesta de Dresser de incluir reelección no fue aprobada por una mayoría de votos. En lo personal defendí la reelección legislativa y en cargos municipales, junto con otras personas, pero no fuimos capaces de construir una mayoría. Eso suele pasar cuando uno participa en ejercicios democráticos, no siempre ganan sus propuestas. La reducción de plurinominales nunca estuvo considerada en la agenda (¡por suerte!). Me hubiera gustado ver a Pepe ahí tratando de convencer a más personas sobre su agenda, y sometiéndose al igual que lo hicimos los demás a las discusiones públicas y votaciones (aunque sea por la experiencia).
Que la ANCA haya lanzado la campaña ¡Ya Bájenle! se explica por esta serie de decisiones tomadas de manera colectiva.
2) La agenda que plantea Pepe: a) reelección, b) reducción de plurinomianles, y c) candidaturas independientes no es una simple ocurrencia. Es una agenda planteada a partir de un diagnóstico. En la reunión en la que lo conocí, después de que me escuchó decir que el problema era "la falta de diversidad en la representación", con velocidad contestó que no, que el problema es uno de "eficacia legislativa". Efectivamente con menos pluris, y con reelección uno puede imaginar aún más eficacia (candidaturas independientes no sé, pero no creo). Pero la pregunta es ¿eficacia en qué leyes?
Para diferente diagnóstico sin duda hay diferentes soluciones. No veo un Congreso poco eficaz, por el contrario, aprueban y aprueban leyes de todo tipo y variedad. En todo caso son ineficaces en aprobar las leyes que desea una parte de la población (los que hablan de las reforma de "segunda generación" del Consenso de Washington) y que no han sido capaces de aprobar (i.e. una reforma energética a lá Calderón).
El problema lo veo en otro lugar, al estar "cartelizada" la representación en México a partir de los partidos, hay poca diversidad dentro de los congresos. Normalmente las propuestas importantes de legislación provienen del mismo lugar, el ejecutivo y las cúpulas legislativas. Quienes toman las decisiones no son 500 diputados, sino 8 líderes parlamentarios que negocian "las canicas" (número de diputados) que traen consigo. ¿La diversidad nacional en 8 personas? Podrían ser 700 diputados on 234, igual las decisiones las tomarían 8.
Por eso desde mi punto de vista es más importante romper el cartel, que disminuir las posibilidades para generar diversidad. i) Las pluris sirven para eso, y en todo caso para romper el cartel abría que elegirlas por lista abierta (o primer perdedor como en el DF) como en Uruguay o Alemania. ii) la disminución de los requisitos para participar en la elección es una segunda estrategia, puede ser vía candidaturas independientes, o la formación de partidos con muy bajas barreras. iii) la reducción del financiamiento público de los partidos.
Este tercer punto es más complejo, pero es clave. Una de las protestas más irritantes para los anti-anulistas (o los anulistas sofisticados) era la de "todos son iguales". Razón tenían los críticos, no todos son iguales. Sin embargo, todos operan bajo las mismas reglas de organización que justamente están generadas por la cartelización. En sociología de las organizaciones hay una fenómeno que se conoce como el isomorfismo. Esto es cuando distintas organizaciones convergen en sus métodos y formas debido a factores "ambientales". El factor ambiental más importante para hacer que las organizaciones se imiten unas a otras hasta hacerse casi indistinguibles (DiMaggio y Powell) es la fuente del financiamiento. Entre más concentrada esté la fuente de financiamiento, más isomorfismo. Por lo tanto para ser precisos, en lo personal, no creo que sólo deba de haber una reducción del financiamiento de los partidos sino un incremento en la fiscalización y en la diversificación de pequeñas donaciones. (este argumento está bien planteado en este video por Javier Aparicio).
Pepe no es el único que cree que la reelección es el tema más importante. Mucha gente bien informada, y con buenos argumentos opina lo mismo. Sin embargo, creo que hemos sido poco exitosos en transmitir por qué es una buena idea. Tal vez lo que hace falta es mejorar los argumentos, y buscar mejores ejemplos en vez de insistir en "la profesionalización" de los diputados o en "la rendición de cuentas" de manera abstracta. Para mi que la reelección le da continuidad a los movimiento de oposición, como argumenté en este post.
Por último si el problema es la estrategia mediática en la que sólo aparecemos 10 en la foto (habían más en el lugar, pero da lo mismo). En la página de www.yabajenle.org.mx hemos registrado más de 5000 cartas enviadas a los diputados de las comisiones relevantes (se nos cayó el servidor por el éxito, y ahorita marca alrededor de 1500). Aún así no estoy seguro que la mejor idea sea competir en masas, pues ya sabemos quien mueve más.