Andrés Lajous
REFORMA/ENFOQUE
Ciudad de México (1 noviembre 2009).- Hace un mes el académico Jon Elster hizo una presentación en el CIDE con motivo del 35 aniversario de la institución e hizo una propuesta que a buena parte de los politólogos del lugar tomó por sorpresa. Su presentación fue larga y cuidadosa, hizo un recuento histórico de la democracia y de la idea de igualdad política, para desembocar en un ejemplo: la Asamblea Ciudadana para la Reforma Electoral de la provincia de Columbia Británica en Canadá. Dicha asamblea fue convocada por la mayoría en el parlamento, pero se constituyó con ciudadanas y ciudadanos electos de manera aleatoria entre la población. Los participantes en la asamblea tuvieron que "donar" sus fines de semana para educarse en temas complejos de ciencia política, discutirlos con sus pares, y después hacer una campaña de difusión sobre lo decidido ante el resto de la ciudadanía.
El problema que pretendían resolver los legisladores de Columbia Británica era uno de conflicto de interés. Tras muchos años de tratar de cambiar su sistema electoral, no lo habían logrado por una sencilla razón: las modificaciones a las leyes electorales afectarían a los partidos que tuvieran la mayoría, y por tanto no había partido que se arriesgara a llevar a cabo reformas que pudieran ir en contra de sus propios intereses.Hoy en México enfrentamos un problema similar en relación con el financiamiento de los partidos políticos. Dentro del Congreso de la Unión es difícil encontrar al representante que logre iniciar un debate sobre la propuesta de reducción al financiamiento de los partidos. En diciembre del 2006 una diputada del entonces partido Alternativa la hizo y topó con pared. Hace unos días el presidente del PAN lanzó su propia propuesta, que pareció más una estrategia mediática, pues no tuvo mayor eco en su bancada, y la oposición descalificó la idea sin siquiera abrir un espacio mínimo para discutirla.
La dificultad que representa el tema para la mayoría de las y los legisladores no es sorprendente. Quien avanza dicha propuesta corre el riesgo de recibir un escarmiento por parte de sus correligionarios y adversarios internos, pues ningún político quiere ser expuesto como el que "vota en contra de reducir el financiamiento de los partidos", y ninguno quiere ser el responsable de reducir la nómina de su propio partido. Si me equivoco, y hay más legisladores que estén dispuestos a discutir y hacer una propuesta en público, como dijo Zapata: ¡que los valientes den un paso al frente, y pasen a firmar!
me parece muy interesant este tema, desgraciadamente a lo que ya has comentado hay que agregarle que los politicos que lancen un proyecto de esta categoria, sera rechazado tambien por los envidiosos que quieran hacer lo propio, pues el partido que lo consiguiera seria el mas beneficiado politicamente!! de cualquier manera es una buena idea un comite ciudadano, pero... quien se animara a convocar???... Saludos!!
Publicado por: twitter.com/Maskek | 01/11/09 en 18:50
propongo que los ciudadanos nos pongamos a trabajar Reforma POLITICA Y ELECTORAL para que este vigente el 2012. http://bit.ly/4sVzWJ , incluyendo ya bajenle y otras propuestas. Que nuestros impuestos sirvan para que trabajen, no nosotros trabajemos para pagarles!
Publicado por: Renée García | 10/11/09 en 11:25