Es común leer críticas de académicos e intelectuales, contra la idea de la "partidocracia", porque les parece imprecisa, y un abuso retórico en el que se divide de manera generalizada entre "políticos" y "ciudadanos". Sin embargo, una de las ventajas del concepto "partidocracia" es que trata de reglas y no de personas. Es decir, es bastante diferente a la ya tradicional división entre "ciudadanos" y "políticos".
En el libro Strong Parties and Lame Ducks: presidential partyarchy and factionalism in Venezuela (1994) Michael Coppedge en vez de llamar a un sistema cerrado de partidos políticos, partidocracia, lo llama partidorquía (en referencia a la idea de poliarquía de Robert Dahl).
La partidorquía está definida más o menos así:
1) el control centralizado de las nominaciones de candidatos
2) las limitadas opciones ofrecidas a los votantes
3) la rígida disciplina partidista
4) la penetración de los partidos en organizaciones y los medios de comunicación
¿suena conocido?
El caso es interesante porque por durante más de 40 años se le consideró a Venezuela una democracia con competencia política a partir de la rotación en el gobierno entre dos partidos AD y COPEI. Pero lo más interesante del caso, es que justamente la presencia de sólo dos partidos políticos y la cerrazón frente a otros canales de participación es lo que paralizó al sistema político al grado que se colapsó el sistema de partidos y llegó Hugo Chávez al poder (y en Colombia algo parecido, pero no igual, pasó con Uribe).
Esto es lo que me preocupa cuando se dice que para la "gobernabilidad" se necesitan reducir el número de partidos y construir reglas que "faciliten" las mayorías de un sólo partido. Quieren fortalecer la "partidoarquía", y temo que eso nos lleve a la parálisis en serio, y a alguna forma de colapso.
NAda que ver con el tema, pero de verdad es necesario que te tomes un tiempecito y escuches las cuatro partes, son una joya: http://www.youtube.com/watch?v=Ec_2cBVH24M&feature=related
Que chulada de tacubos... por las rolas debe ser como de 1994 ó 1995
Publicado por: José Carlos Rodríguez | 25/04/10 en 23:50