Hoy publiqué un artículo en El Universal, que un poco salió de la discusión en #140México.
Twitter y los medios tradicionales
Andrés Lajous
En los medios de comunicación masivos, como están configurados en México, no hay un sistema mínimo de rendición de cuentas frente al público. Uno supondría que si este sector estuviera menos concentrado, los medios de comunicación atenderían las demandas y preocupaciones de los consumidores, simplemente con el afán de mantener o conquistar más y nuevos mercados. La competencia no es garantía, pero en nuestro país ni siquiera tenemos manera de confirmar si con un mercado menos concentrado de medios de comunicación masivos, más abierto, tendríamos mayor rendición de cuentas.
El espacio entre el funcionamiento de los mecanismos de control de la democracia y las formas en las que nos comunicamos unos con otros públicamente, es el espacio en el que los medios de comunicación masiva se vuelven instituciones de interés público. Según una visión jacobina, dice Pierre Rosanvallon: “Un periódico es un poder público en manos de particulares: el periodista interviene con su conciencia o sus intereses personales como único mandato”. Con esto no podemos concluir que los medios deban estar bajo control estatal, por el contrario, debe de haber un mecanismo mínimo que garantice que no dejen de cumplir su función democrática, justamente para contrarrestar en alguna medida el poder estatal.
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