Imaginemos que los accidentes sí existen, que hay momentos en los que no se pueden prever las consecuencias de las acciones y omisiones, y que simplemente el azar se alinea de manera desastrosa. Imaginemos lo que se han de repetir todas la mañanas Juan Molinar y Daniel Karam sobre la guardería ABC: no hay nada que yo pudiera haber hecho para evitarlo. Imaginemos que les damos el beneficio de la duda. Si lo que ellos llaman un accidente, era inevitable, por esa razón no son responsables.
Hoy por mera casualidad, me topé con una argumento sobre la inevitabilidad que no presupone irresponsabilidad. En filosofía hay una debate entre deterministas e indeterministas. Los deterministas dicen que todo evento está condicionado por los eventos previos, y los indeterministas critican a los deterministas porque dicen, no dan espacio a la libre voluntad y por tanto no permiten la responsabilidad. Si todo está determinado por el pasado, ¿puedo ser uno responsable de las consecuencias de sus acciones? Los deterministas dicen que pese a la dependencia del presente, en la secuencia de eventos, hay algo como la libre voluntad y por tanto la responsabilidad. Daniel Dennett, da un ejemplo que me llamó la atención:
"Aquí estoy", dijo Lutero, "no puedo hacer otra cosa". Lutero afirmaba no poder hacer otra cosa, que su consciencia le hacia imposible retractarse. Claro que, pudo haber estado equivocado, o pudo haber estado exagerando una verdad a propósito. Pero incluso si eso es lo que hacía -tal vez justamente porque eso era lo que estaba haciendo- la declaración es testimonio del hecho que no eximimos de responsabilidad a alguien sobre la culpa o éxito de un acto porque cree que no pudo hacer otra cosa. Lo que fuera que Lutero estaba haciendo, lo que no estaba haciendo era tratando de evadir una responsabilidad.
Cuando nos sucede algo catastrófico, automáticamente pensamos en lo que pudimos hacer de manera diferente. A veces nos enojamos con nosotros mismos por no haber hecho una sola cosa diferente, por no habernos tardado un minuto más en levantarnos de la cama. Otras veces nos consolamos, pensando que no pudo ser de otra manera, que fue en ese minuto en el que nos levantamos de la cama. Nos consolamos pensando que la catástrofe era inevitable, ¿eso hace que no seamos responsables de lo que hacemos o no hacemos? No lo creo.
Comentarios