Este es un artículo que me publicaron hoy en El Universal, sobre la Super Vía, Autopista Urbana, Mega Tunel, y un largo etcétera de obras viales en el país.
No hay obra vial que no traiga consigo más coches. El economista Anthony Downs lo llama el principio de la triple convergencia, en el que los cálculos que hacen los usuarios de coches y otros medios de transporte cambian a partir de la percepción de que una vía circula más rápido que otra. El problema es que todos pensamos igual y al trata de evadir el tráfico nos convertimos en el nuevo tráfico. Una vez que tenemos una ciudad expandida horizontalmente con un problema permanente de transporte y calidad de vida, nos volvemos a preguntar: ¿qué fue primero el coche o el pavimento? La respuesta no es fácil de capturar. Pero los argumentos más estudiados de por qué más calles, generan más coches se pueden leer en el artículo de la hoy Secretaria del Medio Ambiente en el Distrito Federal, Martha Delgado (“¿A quién beneficia el doble piso del periférico?” Reforma 26/12/04)
La construcción desmesurada de obras viales, está montada en una clara alianza de intereses políticos y dinero, constituida por: constructores, desarrolladores de bienes raíces, la industria automotriz, y políticos que usan el cemento como mensaje de campaña. Esta alianza afecta la forma urbana de nuestras ciudades. Con ella se combinan los usos de suelo restringido, la ausencia de espacios públicos, el abandono del transporte público, y la expulsión del peatón de las calles. Esta misma alianza construye puentes peatonales en vez de semáforos, ejes viales de alta velocidad que dividen colonias, y desarrollos de vivienda en las afueras de las ciudades; eleva los costos de los servicios que tienen que ser expandidos horizontalmente, emite alrededor de 30% de los gases invernadero en México, y le son atribuibles por lo menos 15 mil muertes por accidentes al año. A ella se suma el discurso del gobierno federal contra los impuestos a los autos, pues según el presidente Calderón las externalidades negativas de los coches las debemos asumir todos, incluso la gran mayoría que no tiene coche. Esta alianza, en la que gustosamente participan todos los partidos, es la responsable del desastre urbano que vivimos. Un desastre que produce contextos sociales como el de Cancún, Ecatepec, y Ciudad Juárez.
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