Carlos Bravo me hizo notar que Mauricio Tenorio en algún momento se ha dedicado a la historia de las ciudades (cosa que ignoraba). Rápido me puse a ver sus libros y dí con El Urbanista (2004). En el capítulo sobre México, dedica unas páginas a Santa Fe. No estoy seguro que habiendo leído esto antes, mi columna de la semana pasada sería distinta, sólo me hace pensar más en las consecuencias prácticas de algunas ideas.
Las aceras del viejo México se unieron naturalmente con las de las colonias Juárez, Cuauhtémoc y Polanco. En sus planos originales los frentes de las mansiones de esas zonas ofrecían jardines visibles con tapias bajas y abiertas - eso pedían las disposiciones oficiales-. A partir de las Lomas de Chapultepec comenzaron las fortalezas, pero aún unidas por calles y aceras continuas. Santa Fe, en cambio, es un feudo accesible sólo después de cruzar la barbarie del caos, el peligro y la fealdad y, por supuesto, blindados en un auto. Ya en Santa Fe uno puede bajar las defensa del auto, abrir los cristales, pero dentro del centro comercial que a su vez está vigilado y cerrado para el deleite de "gente como uno". Santa Fe es una villa high-tech amurallada por concreto, policías, alarmas, cámaras, y armas. Dentro de los centros comerciales las rutas de tiendas de moda, espacios para el galanteo y el café que cierra acuerdos, son interrumpidos aquí y allá por tiendas que venden productos de denominación de origen Santa Fe: ecología (Natural World, Body Shop) y seguridad (tiendas de alarmas, gases lacrimóginos, bastones para autos, tecnología para la protección de casas y oficinas).
Uno puede avistar Santa Fe desde los bordes de la cañada, ahí rodeada de la pobreza y la miseria, pero protegida en sí misma con comunidades amuralladas y edificios "inteligentes". (Ya era difícil acreditar que la gente lo era, y ahora se nos pide creer que las cosas son inteligentes.)
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Santa Fe está planificada como un feudo autosuficiente. No hay que salir de las murallas de la ciudad y del pisito en el rascacielos, o de la mansión en la comunidad cerrada que incluye campo de golf, gimnasio, escuela y clínica; se puede ir a las oficinas en el centro financiero de Santa Fe o a la universidad jesuita de donde saldrá, porque así de irónica es la vida, el enmascarado portavoz de los sin-voz urbanos. Acaso los niños pueden alejarse hasta las murallas de la ciudad imaginada para ir a la escuela a Bosques o a Vista Hermosa. Con el tiempo habrá manera de unir esta parte de la ciudad con el sur rico, por atrás de las montañas, sin tener que bajar a la barbarie del valle, para así ir a la casa de Cuernavaca. Un aeropuerto internacional en el camino a Toluca será el complemento perfecto para huir a la casa de San Antonio, San Diego o Nueva York.
El Urbanista de Mauricio Tenorio Trillo.
Me parece bastante interesante la reflexión; muchas gracias por la referencia, un saludo!
Publicado por: Francisco Osorio | 26/10/10 en 21:38
Y esto no pasa solo en Mexico. Canary Wharf planeado en Londres en los 80's fue disenado ignorando la comunidad que llevaba tiempo establecida ahi. Es por eso que ahora si caminas 5 minutos a la perferia de este centro bancario , te encuentras una de las zonas mas pobres de Londres. El contraste es impactante...
Publicado por: rocio | 27/10/10 en 6:06
Santa Fe como otras partes de la ciudad responde a la situación social del entorno. Y es que hasta he escuchado el calificativo de "aberración" cuando se refieren a Santa fe y la verdad que por mas que quisiéramos que la ciudad no hubiera crecido así, o hacia allá, que no hubiera habido mercado para que alguien comprara en santa fe, lo cierto es que no fue así, luego entonces santa fe esta ahí porque así es este país, no porque esta santa fe es así el país. Me pregunto si no es lo que se describe de santa fe -edificos amurallados, residenciales donde no hay que salir, centros comerciales con las marcas aspiracionales- una descripción de lo que se promociona para la venta de cualquier desarrollo o edificio de clase media o clase media baja en colonias como portales, Anáhuac, etc. (gym, salon de fiestas, etc), luego entonces todo lo que es hoy santa fe es una referencia que disgusta a quien le disgusta lo que somos en esta ciudad: consumidores de bienes aspiracionales o las imitaciones de ellos, que valoran la seguridad por encima de la comunidad, que buscan evitar los traslados constantes (por eso ahora los edificios tienen o quieren tener gym) que prefieren no participar que no saben quienes son sus diputados etc.
Pero ello no obsta para que un desarrollo como santa fe; que genera mucho dinero en predial, muchos empleos, mucha educacion requiera de mejores vias de comunicacion, entre ellas transporte publico y la supervia.
al parecer cuando se habla de los edificios high tech se le olvida al autor que asi estan ya todo tipo de construcciones en la ciudad en donde por más modesta que sea la vivienda, en lo que menos se escatima es en seguridad y en santa fe las viviendas son muy seguras.
Ha de ser doloroso entenderlo pero ya hasta la condesa es un poco santadfeña
Publicado por: oscar | 27/10/10 en 17:07
y eso no se habla de Interlomas, es decir, parece que esa es la tendencia de la administración del espacio urbano.
Publicado por: Quetzal | 09/11/10 en 18:01
bueno, el proyecto de la supervía existe desde hace más de 10 años, lo han modificado con el tiempo, pero la esencia no ha cambiado.
Publicado por: Paula Sofía | 06/01/11 en 14:27