Por fin leí el libro de Tony Judt Ill Fares del Land (Algo va mal) que traía pendiente desde el año pasado. El libro me había intrigado gracias a un ensayo que motivó el libro que publicó Judt en el New York Review of Books, tras anunciar la enfermedad terminal que le acechaba. Judt, básicamente hace un llamado a recuperar los valores que guiaron la construcción de los Estados de Bienestar europeos (y algo del estadounidense) después de la segunda guerra mundial. Lo que más le preocupa no es el triunfo material de los enemigos del Estado de Bienestar desde finales de los años setenta, sino la ausencia en la discusión pública de las lecciones positivas de aquellos Estados de Bienestar. El ensayo es en serio espectacular -lo cual entiendo es una opinión que puedo tener simplemente porque reafirma sospechas propias- sin embargo, está espléndidamente argumentado y escrito de tal manera que es accesible a cualquier que tenga una preocupación básica sobre qué cosas pueden y han hecho las sociedades para ser mejores.
Lo que más me gustó, y en el fondo me interesa, es la reivindicación que hace del Estado en general. Una y otra vez explica como el discurso de la derecha liberal/conservadora sobre el Estado mínimo es un estilo retórico carente de contenido práctico y que no aguanta el rigor de ser medido por sus consecuencias. Se pregunta, ¿cómo puede ser que los gobiernos neoliberales que se declararon enemigos del Estado, han sido quienes más han promovido la invasión de la pivacidad y la restricción de las libertades en nombre de la seguridad?
La pregunta se entiende en el contexto del argumento más amplio de Judt. Los Estados de Bienestar son una solución práctica a muchos problemas que enfrentan las sociedades. En el caso particular de Europa, ese Estado se construyó como un dique de contención frente a la posibilidad de que el fascismo resurgiera. Es decir, las sociedades que quieren ser mínimamente liberales y democráticas, necesitan un Estado que haga algo más que coerción y represión, necesitan construir una sociedad que se reconoce así misma colectivamente en valores y aspiraciones inclueyentes, y no en el miedo, olvido u odio a los demás.
En particular, y supongo, en relación a mis interese más cercanos (aparte de la provisón de salud, pensiones, seguridad social universal), me llamó la atención el énfasis de Judt en el transporte público como la definición más clara de bienes públicos que son responsabilidad del Estado (aunque los operen privados), y su crítica a la izquierda identitaria....(esta crítica, me gusta y disgusta a la vez, me hace pensar que leo este ensayo no como alguien que sólo reafirma lo que ya cree, sino con alguien que está dispuesto a modificar lo que piensa). Sobre este segundo punto, su crítica no sólo es sobre el feminismo, indigenismo, ambientalismo, etc, sino también sobre el discurso de derechos humanos, y el método de organización vinculado a estos movimientos. Cito:
...el énfasis en los derechos humanos, tal vez ha llevado erróneamente a una generación de jóvenes activistas a creer que, las avenidas convencionales del cambio están irremediablemente tapadas, que deben cambiar la organización política por grupos no gubernamentales monotemáticos, limpios de cualquier negociación. En consecuencia, lo primero que se le ocurre a una persona jóven que se quiere "involucrar" es sumarse a Amnistía Internacional o Greenpeace, Human Rights Watch o Médicos Sin Fronteras.
El impulso moral es irrefutable. Pero las repúblicas y las democracias existen sólo en virtud de que los ciudadanos tomen parte en el manejo de los asuntos públicos. Si los ciudadanos activos o preocupados hacen a un lado la política, entonces abandonan a la sociedad en manos de sus sevidores públicos más venales y mediocres.
Gran, gran, gran libro. Coincido.
Pero debo confesar que lo que más me gusta de tu post es esa especie de guiño autocrítico que implican los dos últimos párrafos que citas. Je je.
Por cierto, en caso de que no los conozcas, estos dos ensayo de Judt también te van a encantar:
http://www.nybooks.com/articles/archives/2010/dec/23/glory-rails/?pagination=false
http://www.nybooks.com/articles/archives/2011/jan/13/bring-back-rails/?pagination=false
Abrazo,
cbr
Publicado por: cbr | 24/04/11 en 20:58
Jeje, ya los había leído, me encantaron....incluso me llevaron a comprar una serie de este grabado http://bit.ly/htTS7R
Publicado por: andres.lajous | 24/04/11 en 21:43