Hace unas semanas Enrique Peña Nieto rindió su último informe como gobernador del Estado de México. El discurso que dio no fue particularmente grandilocuente y contó con pocas cifras. Sin embargo una de las cifras más importantes que dio Peña Nieto fue el supuesto cambio en la tasa de homicidios en el Estado de México entre 2005 y 2010.
Dijo:
Uno de los logros más ilustrativos que hemos tenido es la reducción en la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, al pasar de 16.5 en 2005 a 7.6 en 2010.
La cifra me llamó la atención porque es una reducción de poco más de la mitad de homicidios en cinco años. Al ver los datos en el anexo estadístico del sexto informe de los cuales se sacó la tasa de homicidio queda más claro cuándo sucede un cambio tan importante. Entre 2006 y 2007 según los datos que presentan la tasa bajó de 19.4 a 7.8 homicidios por cada 100 mil habitantes. Es decir el cambio no es a lo largo de cinco años, sino que sucede de un año para otro.
Para saber si la tendencia que afirmó Peña Nieto es consistente con los datos de homicidios de INEGI, también saqué los datos de esa base de datos. Después hice una gráfica calculando las tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes a partir de las proyecciones de CONAPO (excluí 2010 porque INEGI todavía no tiene esos datos de homicidios) y me salió esta gráfica:
La historia que cuenta la base de datos de INEGI es otra. En 2005 marca una tasa de 14.4 homicidios por cada 100 mil habitantes y en 2009 marca 12.5 por cada 100 mil habitantes. Los datos de 2010 aún no están disponibles, y no me atrevo a decir que hasta la fecha se han rebasado las cifras del 2005, pero considerando las noticias más recientes, no sería sorprendente.
Peña Nieto tal vez redujo a la mitad, en un sólo año, los homicidios en el Estado de México, pero se presta poco probable, sobre todo cuando hay tal discrepancia entre las dos bases de datos oficiales. Quienes escribieron su discurso, podrán argumentar que ellos simplemente están citando al Sistema Nacional de Seguridad Pública, sin embargo cualquier que vea con más atención las cifras, por lo menos sería cuidadoso en hacer una afirmación con tal contundencia como para que sea celebrada como un éxito. Los cambios tan bruscos en los datos, por lo menos permiten imaginar que hay algo raro en su captura...y si Peña Nieto no ve nada raro, entonces bien haría en explicarle al resto del país cómo, en un sólo año, sacó una varita mágica, y redujo los homicidios a la mitad.
Actualización 22/09
Después de hacer este post, vía twitter recibí un par de comentarios en los que quienes pretenden defender las cifras dadas por Peña Nieto en su informe, dicen que mi cuestionamiento a las cifras es intolerante o hipócrita por no aceptar que han bajado los homicidios en el Estado de México. En la breve discusión en twitter, yo simplemente insistía en que por lo menos debería de tener Peña Nieto una hipótesis de por qué bajaron los homicidios de golpe de un año a otro, y por qué las cifras locales (basadas en averiguaciones previas en la procuraduría del estado), son tan distintas a las de INEGI.
Una hipótesis la encuentro gracias a Diego Valle-Jones, a partir de una cita al ex-procurador del estado en un artículo en The Economist, en donde dice:
En el Estado de México, una revisión estadística a un año del inicio de la gubernatura de Peña Nieto en 2007, mostró una caída en la tasa de homicidios de un sorprendente 59%. Miles de muertes no-criminales habían estado mal clasificadas, dice el entonces procurador.
Considerando que quien era el procurador del gobierno de Peña Nieto recoconció a The Economist que los datos que tiene el propio estado están mal ¿debieron incluirlos en el discurso de Peña Nieto como un éxito de su gobierno?
Actualización 2
Ahora por tuiter recibo una nota de hoy (22/09) de uno de los blogs de The Economist que dice básicamente lo mismo que escribí ayer, pero más contundente: "la afirmación de Peña Nieto es absolutamente falsa".
Actualización 3
Hoy tempranito (23/09), me envían esta nota de Leticia Ramírez de Alba sobre el mismo tema publicada en julio de este año en Animal Político. Dice:
Las cifras del SNSP provienen de denuncias hechas ante los Ministerios Públicos y las del INEGI de las actas de defunción que levanta el Registro Civil. ¿Cuáles son las más confiables? ¿Cuáles son las que vestirán mejor al marido de La Gaviota en sus próximas batallas para ganar la Presidencia? ¿Qué explicaciones dará Peña a la inconsistencia de las cifras de homicidio en el Estado de México?
En ese año cambio la metodologia para la clasificación de homicidios, esta bien documenado en el artículo de the economist....saludos y felicidades por tu labor!
Publicado por: Roberto Morris | 26/09/11 en 22:57
Algo de lo que carece México entero es de la profesionalización de sus peritos forenses criminalistas; en teoría no debería existir diferencia alguna entre el acta que levanta la mesa de homicidios del MP y la información que queda asentada en los formularios de INEGI que debe remitir semanalmente la procuraduría y que se obtiene tanto de las pruebas periciales como del único y principal elemento que avala la mortalidad a nivel mundial, el "certificado de defunción".Tanto el INEGI como el sistema de información en salud SINAIS se alimentan directamente del certificado y son la base metodológica más confiable de la mortalidad en el país. Es posible una reducción de esa magnitud, pero habría que revisar cuales fueron las acciones afirmativas de gobierno que sirvieron de catalizador para esa gran reducción, digo para ponerlas como ejemplo en otras zonas del país y lograr esos mismos resultados.
Publicado por: Juan Pablo | 26/09/11 en 23:43