Quiero imaginar cómo será vista la ciudad de México de hoy en el futuro. ¿Qué verán historiadores y antropólogos de nuestra vida cotidiana para tratar de reconstruir las vidas que vivíamos y el significado que éstas tenían? ¿Qué nos importaba más y qué menos? ¿Qué reglas escritas y no escritas regían nuestras vidas? ¿Qué idea teníamos de lo inaceptable, de lo deseable, y de lo que divide lo público y lo privado?.
Imagino a un historiador revisando con atención la secuencia que se encuentra en el expediente de la recomendación 14/2009 que la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal hizo a la Delegación Cuauhtémoc, a la Secretaría de Seguridad Pública y a la Secretaría de Transporte y Vialidad. En ese expediente se logran dilucidar los distintos intereses y grupos de personas que rodean un barrio de la ciudad. Se logra ver el trato y respuesta que reciben de la autoridades y la relación diferenciada que todos tenemos con el Estado. Ello también revela lo que unos y otros habitantes queremos proteger, ya sea por interés propio, o pensando que hay intereses más amplios que los nuestros.
Acá unos artículos que encontré en Eje Central sobre el arresto y juicio de David Mondragón (Parte I, Parte II)
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